sábado, 15 de noviembre de 2014

LA CRISIS DEL ÉBOLA EN ESPAÑA

El ébola es una enfermedad infecciosa que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates, causada por el virus del Ébola y que se caracteriza por tener una alta tasa de mortalidad (entre un 50% y un 95% de los infectados acaban muriendo).

En mi opinión, se ha exagerado mucho la crisis del ébola en España, ya que los medios de comunicación y las redes sociales pintaron una situación catastrófica y apocalíptica que no coincidía con la realidad salvo en los fallos en el protocolo de seguridad.

En España empieza a dársele verdadera importancia en los medios de comunicación a la crisis del ébola en África cuando el Gobierno decide repatriar al misionero español Miguel Pajares, infectado por ébola en Liberia. El misionero fue repatriado y trasladado al hospital Carlos III de Madrid el 7 de Agosto, aunque la mayor parte de los ciudadanos no estaban de acuerdo con ello. Se le administra un suero experimental enviado desde EE. UU. pero a pesar de ello Miguel Pajares fallece cinco días después.
El 22 de Septiembre, llega a España desde Sierra Leona en estado grave el segundo misionero español enfermo de ébola, Manuel García Viejo, que fallece el día 26 de Septiembre.
El día 6 de Octubre se confirma el primer caso de contagio en España, el de una auxiliar de enfermería que atendió a García Viejo. Teresa Romero es trasladada del hospital de Alcorcón al Carlos III con un protocolo de seguridad, en mi opinión, pésimo.

Antes de ser diagnosticada, la auxiliar acudió el 30 de Septiembre al médico tras presentar diarrea y fiebre, donde informó que había estado en contacto con pacientes infectados por ébola. A pesar de esto, no le hicieron la prueba del ébola y la mandaron a su casa. Por ello, Teresa acudió al Carlos III para hacerse la prueba, pero allí le dijeron que tenía que hacérsela en su hospital de referencia (el de Alcorcón) y volver para tratarse si la prueba daba positivo. Otro fallo en el protocolo fue el hecho de que las personas que atendieron a Teresa Romero en el hospital de Alcorcón no tenían ninguna medida de seguridad ni estaban "entrenados" para este tipo de situaciones, lo que nos ha llevado al contagio de una persona que simplemente realizaba su trabajo y a cuestionarnos la eficacia de un dudoso protocolo de seguridad. Por suerte, Teresa Romero ha conseguido superar la enfermedad y ahora debe intentar que su vida vuelva a la normalidad.